sábado, 12 de marzo de 2011

PRÁCTICA 5: UN PROGRAMA DE COMPETENCIA SOCIAL.

RESUMEN
Este programa comenzó como un tratamiento para gente joven con problemas serios de conducta, de modo que tenía una orientación clínica más que escolar. Posteriormente, se empezó a aplicar en las escuelas, pero también con un enfoque clínico terapéutico, para alumnos con problemas de comportamiento. Estos alumnos conseguían integrarse adecuadamente a su grupo tras un mes de aplicación del programa.
Dado el éxito que estaba teniendo este programa, el profesorado pidió que se adaptara el mismo para poder trabajarlo con todos los alumnos, para así mejorar las relaciones entre ellos, buscando que estas sean sin pasividad y sin agresividad.
Este programa incluye cuatro perspectivas, que han sido tratadas aisladamente por otros programas y no han obtenido el resultado deseado, pero que, al tratarse conjuntamente, pueden conducir a la consecución de los objetivos que se desean, ya que estas cuatro vertientes responden a facetas básicas de la educación del ser humano. Estas cuatro perspectivas son:
-          La importancia de aprender a pensar, que, según grandes teóricos de la educación, es la principal finalidad de la escuela del siglo XXI.
-          El entrenamiento en habilidades sociales, tales como: la distancia que hay que guardar, la mirada, el tono de voz… cuyo dominio nos conducirá al éxito social y, además, nos producirá una gran satisfacción ética personal. Se trata de enseñar al alumnado a relacionarse con asertividad.
-          La educación emocional. No se trata de reprimir las emociones, sino de conocerlas, saberlas utilizar para el desarrollo y la motivación personal, así como aprender a controlarlas para que no nos desborden.
-          Educación en valores morales, sin que éstos estén vinculados a creencias religiosas.
Se han desarrollado dos programas, uno de ellos adaptado para el alumnado de primaria y otro para el de secundaria. Para que los resultados obtenidos sean los adecuados, el trabajo debe ser paciente y sistemático, durante un curso escolar, al menos, y una vez por semana.
El primer resultado positivo ha sido para los propios profesores encargados de impartir el programa, ya que todos podemos mejorar nuestro modo de relacionarnos con los demás.
COMENTARIO
Este programa pretende trabajar con el alumnado una de las inteligencias múltiples de Gardner, la inteligencia interpersonal, es decir, la capacidad de entender a los demás. No cabe duda de que para ello hay que trabajar otros tipos de inteligencia, como son:
-          La inteligencia emocional, para ser capaces de controlar las propias emociones, y evitar así que estas nos desborden, y poder orientar el pensamiento en función de nuestras emociones y de las emociones que percibimos de los otros.
-          La inteligencia lingüística, ya que si dominamos el “arte” de la palabra, podremos solucionar problemas a través del diálogo.
-          La inteligencia intrapersonal, ya que una buena autoestima y un buen autoconcepto, harán más fácil ponerse en el lugar del otro, comprender su estado de ánimo, sus problemas, sus puntos de vista… y favorecerán el hecho de dejar de sentirnos el centro de nuestro propio universo para poder pensar en los demás e intentar ayudarnos mutuamente.
Podemos concluir diciendo que, si este tipo de programas reciben el apoyo suficiente por parte de las autoridades educativas y se forma al profesorado adecuadamente para que puedan impartir estos “cursos”, los resultados esperados redundarán en beneficios para todos y cada uno de los participantes en el mismo, así como para la sociedad en su conjunto.

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